Tiroteo cerca de club de golf donde estaba jugando Donald Trump es investigado por FBI como "intento de asesinato"

Un incidente violento ocurrido este domingo en las proximidades del club de golf de Donald Trump en West Palm Beach, Florida, está siendo investigado por el FBI como un aparente "intento de asesinato" contra el ex presidente y actual candidato republicano a la Casa Blanca.

Según informes preliminares, se produjo un tiroteo cerca de las 14:00 horas (hora local) mientras Trump se encontraba jugando golf. El Servicio Secreto confirmó que el ex mandatario está "a salvo y bien", habiendo sido trasladado inmediatamente a un lugar seguro al escucharse los disparos.

Fuentes policiales anónimas indicaron que una persona fue detenida en las inmediaciones del campo portando un rifle AK-47. El sospechoso habría sido neutralizado por agentes del Servicio Secreto, quienes recuperaron el arma. Las autoridades sospechan que el individuo tenía la intención de atacar al ex presidente.

Trump, quien regresaba de una gira por la costa oeste que incluyó un mitin en Las Vegas, emitió un comunicado tranquilizando a sus seguidores: "Hubo disparos cerca de mí, pero quiero que escuchen esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN! Nada me detendrá. ¡NUNCA ME RENDIRÉ!".

Este incidente ocurre apenas dos meses después del atentado sufrido por Trump el 13 de julio, que resultó en la dimisión de la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle. Desde entonces, el candidato republicano ha reforzado significativamente sus medidas de seguridad.

El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados del suceso. Harris condenó enérgicamente el hecho, declarando: "La violencia no tiene cabida en Estados Unidos".

Las autoridades continúan investigando los detalles exactos del incidente, mientras la comunidad política estadounidense observa con preocupación esta nueva escalada de violencia en un año electoral ya de por sí tenso.

Este evento reaviva el debate sobre la seguridad de los candidatos presidenciales y la creciente polarización política en Estados Unidos, planteando serias preguntas sobre el clima de hostilidad que rodea la campaña electoral de 2024.