Melconian alertó sobre la crisis económica argentina: salarios hundidos y vencimientos de deuda en el horizonte

Recesión por colapso del consumo interno
El analista rechazó las interpretaciones que atribuyen la caída del producto bruto a cuestiones cambiarias. Para Melconian, el verdadero origen del retroceso económico radica en la combinación de ingresos deprimidos y restricciones crediticias que asfixian la demanda agregada.

La contracción del consumo responde a factores estructurales que trascienden la coyuntura política. Los hogares argentinos enfrentan una ecuación imposible entre ingresos estancados y precios que no ceden. Esta dinámica genera un círculo vicioso donde la menor demanda profundiza la recesión productiva.

El economista fue categórico al señalar que el ajuste fiscal implementado tuvo consecuencias devastadoras sobre millones de familias. La informalidad laboral creció y la actividad cotidiana de amplios sectores sociales se vio severamente afectada por las medidas de austeridad gubernamental.

Salarios en mínimos históricos recientes
Melconian utilizó una comparación reveladora para ilustrar la magnitud del deterioro salarial. Según sus cálculos, incluso los trabajadores mejor posicionados dentro del mercado laboral formal perciben remuneraciones significativamente inferiores a las de años anteriores.

El salario promedio del sector privado registrado se ubica aproximadamente veinte por ciento por debajo de los niveles alcanzados durante la gestión de Mauricio Macri. Este dato resulta particularmente preocupante considerando que representa el segmento con mejores condiciones dentro del universo laboral argentino.

Los trabajadores informales y cuentapropistas enfrentan una situación todavía más crítica. Sin acceso a paritarias ni mecanismos de actualización automática, sus ingresos quedaron pulverizados frente a la persistente escalada inflacionaria de los últimos años.

Tres frentes definen el futuro económico
El especialista identificó las discusiones centrales que determinarán la trayectoria macroeconómica. El equilibrio fiscal, la política monetaria y la estrategia cambiaria conforman el trípode sobre el cual debe construirse cualquier programa de estabilización sustentable.

De estos tres pilares, Melconian considera que las cuentas públicas representan la variable decisiva. Tras el reordenamiento inicial de la política económica, el Tesoro necesita generar excedentes en moneda local suficientes para adquirir divisas y honrar los servicios de la deuda externa.

El economista calculó que Argentina enfrenta vencimientos por intereses que totalizarán diez billones de dólares durante el bienio 2026-2027. Solamente después de cumplir con estas obligaciones podrá iniciarse un proceso genuino de acumulación de reservas internacionales.

Críticas al manejo del mercado cambiario
El analista cuestionó las señales contradictorias que emite el gobierno respecto al régimen de flotación. Señaló inconsistencias entre el discurso oficial sobre flexibilización y el mantenimiento efectivo de bandas de intervención que limitan los movimientos del tipo de cambio.

Melconian apuntó además contra el comportamiento de los ahorristas argentinos frente a la moneda nacional. La histórica preferencia por refugiarse en dólares constituye un factor disruptivo que dificulta cualquier esquema de estabilización cambiaria a largo plazo.

Las cifras que mencionó resultan elocuentes sobre esta tendencia estructural. El público acumuló aproximadamente 32.000 millones de dólares en los últimos años. De ese total, apenas una quinta parte retornó al sistema financiero local como depósitos bancarios en moneda extranjera.

Debates estériles desvían la atención
Para el economista, la discusión recurrente sobre fijar o liberar la cotización del dólar representa una distracción respecto a los verdaderos desafíos pendientes. Sin resolver previamente los desequilibrios fiscales y monetarios, ninguna arquitectura cambiaria puede garantizar estabilidad duradera.

El diagnóstico de Melconian sugiere que Argentina repite errores del pasado al concentrarse en variables secundarias. La obsesión por el precio del dólar opaca debates más profundos sobre productividad, competitividad y transformación de la matriz económica nacional.

Perspectivas para los próximos meses
El panorama que traza el especialista plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para sostener el programa económico vigente. Los compromisos externos que se aproximan exigirán recursos fiscales considerables y decisiones políticas complejas.

La recuperación del consumo aparece como condición necesaria para reactivar la economía real. Sin embargo, las restricciones presupuestarias limitan el margen de maniobra oficial para implementar estímulos a la demanda agregada sin comprometer el equilibrio de las cuentas públicas.

El frente social representa otra variable crítica en la ecuación política. El deterioro sostenido del poder adquisitivo erosiona el respaldo ciudadano y genera presiones que podrían modificar el rumbo de las políticas implementadas hasta el momento.

Desafíos estructurales pendientes
El análisis de Melconian confirma que Argentina enfrenta restricciones macroeconómicas que trascienden las gestiones gubernamentales. Los problemas de fondo permanecen sin solución definitiva más allá de los cambios en la conducción política del Estado.

Los próximos trimestres serán determinantes para evaluar si el programa económico logra compatibilizar disciplina fiscal con recuperación del nivel de actividad. El desafío consiste en generar condiciones para el crecimiento sin abandonar los compromisos de solvencia asumidos ante los acreedores internacionales.