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Gobierno mantiene dólar como ancla antiinflacionaria: bandas cambiarias continuarán en 2026 para reducir inflación a 20%

El ministro Luis Caputo confirmó permanencia del esquema de bandas cambiarias como herramienta central para acelerar desinflación. El mercado proyecta inflación anual de 30% en 2025 y descenso a 20% en 2026. La estrategia depende de mantener tipo de cambio controlado mediante ajuste gradual del 1% mensual

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Luis Caputo ratificó en múltiples apariciones públicas, incluyendo la Conferencia Anual de FIEL, que el sistema de bandas cambiarias permanecerá vigente. Esta definición resulta crucial para los mercados, considerando que hasta la semana pasada bancos de inversión de Wall Street recomendaban unánimemente transición hacia esquema de flotación libre del dólar.

El ministro argumentó que el esquema permite que "los argentinos se vayan a dormir tranquilos", evitando sobresaltos abruptos en tipo de cambio. Esta explicación enfatiza objetivo de previsibilidad cambiaria como pilar de estabilidad macroeconómica.

Dólar como instrumento de control de precios
El ajuste gradual del techo de la banda cambiaria, fijado en 1% mensual, constituye herramienta antiinflacionaria clásica. El crawling peg implícito mantiene incremento cambiario sustancialmente por debajo de inflación minorista, que cerró octubre en 2,3% según datos del INDEC.

Por consiguiente, el tipo de cambio continúa operando como guía fundamental para impulsar desaceleración de precios durante 2026. Rumores sobre posible ajuste a 1,5% mensual surgieron tras reunión de Caputo en Nueva York, pero no recibieron confirmación de fuentes oficiales.

El esquema actual representa continuidad de política implementada exitosamente durante 2025, donde aumento del dólar no generó traslado significativo a inflación general. El superávit fiscal y control de emisión monetaria para financiamiento del Tesoro resultaron fundamentales para lograr esta desconexión entre variables.

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Inflación mayorista advierte presiones futuras
Sin embargo, el efecto no fue completamente nulo. La inflación mayorista se sostuvo durante últimos dos meses por encima de 3%, implicando aumento de costos de insumos empresariales, especialmente importados. Esta brecha entre índices mayorista y minorista podría obstaculizar desaceleración más rápida de precios durante próximos dos o tres meses.

Numerosas empresas experimentaron caída pronunciada de márgenes de ganancia y ahora enfrentan necesidad de recomposición. La posibilidad de trasladar aumentos a consumidores dependerá críticamente de evolución de ventas y elasticidad de demanda sectorial.

Caputo destacó que tipo de cambio permanece en niveles competitivos, subrayando récord histórico de exportaciones recientes. Tanto ventas de bienes tradicionales como economía del conocimiento alcanzaron máximos, evidenciando que competitividad externa no se vio comprometida por control cambiario.

Remonetización post-electoral reduce presión cambiaria
El dólar minorista descendió ayer de $1.445 a $1.435, continuando proceso de remonetización de la economía anticipado por equipo económico para período post-electoral. La caída del tipo de cambio en contexto de oferta reducida de divisas demuestra que demanda se mantiene en mínimos históricos.

Muchos ahorristas que se dolarizaron durante etapa preelectoral ahora deben vender divisas para afrontar gastos cotidianos. Este fenómeno refleja normalización de preferencias monetarias tras disipación de incertidumbre electoral, fortaleciendo demanda de pesos.

El retorno hacia activos en moneda local indica recuperación de confianza en estabilidad macroeconómica. La remonetización constituye objetivo estratégico del gobierno para profundizar mercados financieros y reducir dolarización estructural de economía argentina.

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Advertencia de Cavallo sobre acumulación de reservas
En la conferencia organizada por FIEL, el ex ministro Domingo Cavallo advirtió que sostener esquema de bandas cambiarias requiere imperativamente que Banco Central inicie acumulación sistemática de reservas internacionales.

"Nadie le va a creer al Gobierno que tiene espaldas para mantener las bandas si antes no puede fortalecer al BCRA", explicó Cavallo. Simultáneamente exhortó a eliminar restricciones cambiarias subsistentes que limitan funcionamiento fluido del mercado de divisas.

Durante semanas previas a elecciones, el Tesoro estadounidense debió aportar dólares que autoridad monetaria argentina había agotado. El Banco Central utilizaba cautamente los USD 14.000 millones disponibles del préstamo con FMI, reservándolos para contingencias mayores.

Esta situación expone vulnerabilidad estructural del esquema de bandas. Sin reservas robustas, la capacidad de defender techo cambiario ante eventuales presiones depende exclusivamente de flujos comerciales favorables y ausencia de shocks externos adversos.

Proyecciones inflacionarias para bienio 2025-2026
El mercado financiero estima que inflación anual 2025 finalizará cerca de 30%, representando desaceleración significativa respecto a niveles superiores a 200% registrados en 2024. Para 2026, las proyecciones anticipan convergencia hacia 20% anual, consolidando trayectoria desinflacionaria.

Alcanzar estas metas requiere mantener disciplina fiscal, controlar agregados monetarios y sostener previsibilidad cambiaria mediante bandas. La combinación de anclas nominal (tipo de cambio) y real (superávit fiscal) constituye arquitectura macroeconómica fundamental del programa económico.

El cumplimiento de trayectoria desinflacionaria proyectada dependerá críticamente de variables externas. Evolución de precios internacionales de commodities, flujos de capitales globales y condiciones financieras internacionales influirán significativamente sobre posibilidad de mantener esquema cambiario actual.

Debate sobre flotación versus bandas cambiarias
La decisión gubernamental de mantener bandas contradice recomendaciones técnicas predominantes de instituciones financieras internacionales. Wall Street argumentaba que flotación permitiría acumulación más rápida de reservas y evitaría distorsiones de precios relativos.

Sin embargo, el gobierno prioriza previsibilidad sobre flexibilidad cambiaria. Esta elección refleja evaluación política de que volatilidad del tipo de cambio generaría costos sociales y económicos superiores a beneficios técnicos de flotación libre.

La experiencia argentina con regímenes cambiarios diversos sugiere que no existe solución única óptima. El éxito del esquema actual dependerá menos del régimen formal adoptado que de consistencia macroeconómica general y credibilidad de autoridades económicas.

Competitividad exportadora pese a control cambiario
Caputo enfatizó récord exportador reciente como evidencia de que tipo de cambio permanece en niveles competitivos internacionalmente. Las ventas externas alcanzaron máximos históricos tanto en productos tradicionales como servicios basados en conocimiento.

Este desempeño exportador desafía narrativa convencional sobre necesidad de devaluaciones para impulsar ventas externas. La combinación de productividad mejorada, reducción de costos internos y precios internacionales favorables permite mantener competitividad sin ajustes cambiarios bruscos.

La economía del conocimiento especialmente se benefició del esquema actual. Exportaciones de servicios profesionales, software y tecnología crecieron exponencialmente, aprovechando diferencial de costos laborales en dólares sin sufrir volatilidad cambiaria disruptiva.

Margen empresarial bajo presión requiere recomposición
La compresión de márgenes empresariales durante 2025 plantea desafío para sostenibilidad del proceso desinflacionario. Empresas absorbieron aumentos de costos mayoristas para mantener competitividad de precios minoristas, estrategia insostenible indefinidamente.

La necesidad de recomposición de rentabilidad presionará precios finales durante próximos meses. La magnitud del traslado dependerá de fortaleza de demanda agregada y disposición de consumidores a aceptar aumentos después de período de estabilización relativa.

Este fenómeno podría generar repunte temporal de inflación minorista durante primer trimestre 2026. Las autoridades económicas deberán evaluar si aumentos reflejan recomposición de márgenes legítima o comportamientos especulativos que requieren intervención.

Desafíos pendientes para consolidar estabilización
El gobierno enfrenta múltiples desafíos para consolidar trayectoria desinflacionaria proyectada. Acumulación de reservas constituye requisito fundamental para credibilidad del esquema cambiario. Sin respaldo suficiente del Banco Central, cualquier presión especulativa podría forzar abandono de bandas.

Liberalización de restricciones cambiarias remanentes también resulta necesaria para profundizar normalización financiera. El cepo cambiario parcial distorsiona asignación de recursos y genera sobrecostos empresariales que eventualmente se trasladan a precios.

Finalmente, sostenibilidad fiscal representa condición sine qua non de estabilidad macroeconómica. Cualquier desviación del superávit comprometido reactivaría presiones inflacionarias y cambiarias, poniendo en riesgo arquitectura completa del programa económico implementado durante 2025.

Perspectivas para primer semestre 2026
Los próximos seis meses resultarán definitorios para validar efectividad del esquema de bandas cambiarias como ancla antiinflacionaria. El período comprende vencimientos de deuda significativos, necesidad de acumulación de reservas y potencial recomposición de márgenes empresariales.

Si el gobierno logra navegar estos desafíos manteniendo previsibilidad cambiaria y fiscal, la inflación de 20% anual en 2026 resultaría alcanzable. Este nivel, aunque elevado por estándares internacionales, representaría normalización sustancial respecto a historia inflacionaria reciente argentina.

El éxito del programa económico durante 2026 determinará viabilidad política de profundizar reformas estructurales. La estabilización macroeconómica constituye precondición necesaria, aunque insuficiente, para transformaciones institucionales que gobierno considera fundamentales para crecimiento sostenido de largo plazo.

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