Alerta en los mercados: El petróleo podría dispararse un 62% si el conflicto en Oriente Medio se agrava
En un escenario que podría recordar a las turbulencias energéticas de la década de 1970, los analistas de Citi han lanzado una proyección que ha hecho saltar las alarmas en los mercados financieros globales: los precios del petróleo podrían experimentar un aumento vertiginoso de hasta un 62% en el primer trimestre de 2025 si el conflicto en Oriente Medio continúa escalando
En un escenario que podría recordar a las turbulencias energéticas de la década de 1970, los analistas de Citi han lanzado una proyección que ha hecho saltar las alarmas en los mercados financieros globales: los precios del petróleo podrían experimentar un aumento vertiginoso de hasta un 62% en el primer trimestre de 2025 si el conflicto en Oriente Medio continúa escalando. Esta previsión, que sitúa el barril de crudo en los 120 dólares, subraya la volatilidad y la incertidumbre que caracterizan al mercado petrolero en el actual contexto geopolítico.
Eric Lee, estratega de energía de Citi, ha delineado un escenario alcista que depende en gran medida de la evolución del conflicto en Oriente Medio y su impacto potencial en la producción y el suministro de petróleo. El foco de atención se centra especialmente en la tensión entre Irán e Israel, y en cómo una posible escalada podría afectar a la infraestructura petrolera clave en la región.
"Hay una serie de escenarios en los que esto podría afectar a un par de millones de barriles al día de la producción y las exportaciones de petróleo de Irán", explicó Lee en una entrevista reciente. Esta situación, según el analista, podría desencadenar una dinámica similar a la observada tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, cuando los precios del petróleo experimentaron un repunte significativo.
Es importante destacar que esta proyección de 120 dólares por barril representa un escenario extremo y se aleja considerablemente de las previsiones anteriores de Citi. El escenario base del banco, antes de los recientes acontecimientos, situaba el precio del barril en torno a los 74 dólares, con una expectativa de descenso hasta los 60 dólares a finales del próximo año.
Sin embargo, la realidad geopolítica actual obliga a los analistas a considerar una amplia gama de escenarios posibles. La respuesta de Israel al reciente ataque con misiles de Irán sigue siendo una incógnita, y cualquier acción que pudiera poner en peligro la infraestructura petrolera iraní tendría repercusiones inmediatas en los mercados globales de energía.
No obstante, es crucial mantener la perspectiva y considerar los factores que podrían mitigar un aumento tan dramático en los precios del petróleo. En primer lugar, Israel ha indicado que, en caso de represalia, se centraría en objetivos militares y no en infraestructuras nucleares o petroleras. Esta declaración ha servido para calmar, en cierta medida, los temores de una interrupción significativa en el suministro de petróleo.
Además, el escenario base de Citi contempla la posibilidad de que otros grandes productores de petróleo, como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, intervengan para compensar cualquier interrupción en el suministro. Según Lee, la OPEP+ podría tener una capacidad de producción adicional de aproximadamente 6 millones de barriles por día, lo que proporcionaría un colchón significativo contra posibles disrupciones.
Por otro lado, el panorama de la demanda de petróleo también presenta algunos "problemas", como señala Lee. La debilidad de la economía china, el mayor importador de petróleo del mundo, podría actuar como un freno a la demanda global, moderando potencialmente cualquier aumento brusco en los precios.
Esta complejidad en el mercado petrolero se refleja en la cautela con la que Citi aborda sus proyecciones. "Esta es una situación muy complicada, con un mercado muy binario, si se quiere, y es por eso por lo que estamos otra vez muy tentativos al alza", explicó Lee, justificando la decisión del banco de considerar escenarios tan divergentes.
La perspectiva de Citi no es un caso aislado. Otros analistas y firmas de inversión también han revisado al alza sus proyecciones para los precios del petróleo, basándose en la escalada de tensiones en Oriente Medio. Sin embargo, es importante señalar que no existe un consenso unánime sobre la probabilidad de interrupciones significativas en el suministro proveniente de Irán.
Contrastando con estas proyecciones alcistas, el ministro del Petróleo de Arabia Saudí ha sugerido recientemente que los precios del petróleo podrían experimentar una caída de hasta el 33%. Esta declaración se basa en la percepción de que los miembros de la OPEP+ están produciendo más petróleo del necesario para satisfacer la demanda actual.
Esta divergencia de opiniones subraya la complejidad y la incertidumbre que caracterizan al mercado petrolero en el contexto actual. Los inversores y los responsables de la formulación de políticas se enfrentan a un panorama en el que deben equilibrar múltiples factores, desde las tensiones geopolíticas hasta las dinámicas de oferta y demanda, pasando por las consideraciones macroeconómicas globales.
Un aumento del 62% en los precios del petróleo, llevándolos a 120 dólares por barril, tendría ramificaciones significativas en la economía global. Tal escenario podría desencadenar presiones inflacionarias en todo el mundo, afectando particularmente a los países importadores de petróleo. Los bancos centrales, que ya están lidiando con tasas de inflación elevadas en muchas economías avanzadas, podrían verse obligados a adoptar políticas monetarias aún más restrictivas, con el riesgo de frenar el crecimiento económico.
Para los países exportadores de petróleo, un aumento de esta magnitud en los precios representaría un impulso económico significativo. Sin embargo, la experiencia histórica sugiere que los beneficios a corto plazo de los altos precios del petróleo a menudo vienen acompañados de desafíos a largo plazo, incluyendo la posibilidad de una "enfermedad holandesa" y la dificultad de diversificar las economías más allá del sector de los hidrocarburos.
Los consumidores en todo el mundo sentirían el impacto de manera inmediata y significativa. Los precios más altos en las gasolineras y el aumento de los costos de transporte y calefacción podrían erosionar el poder adquisitivo de los hogares, potencialmente frenando el consumo en otros sectores de la economía.
Las empresas, especialmente aquellas en industrias con un uso intensivo de energía, también se verían afectadas. Los mayores costos de producción podrían reducir los márgenes de beneficio o, alternativamente, ser trasladados a los consumidores en forma de precios más altos, alimentando aún más las presiones inflacionarias.
En el ámbito de la política energética, un aumento tan dramático en los precios del petróleo podría acelerar los esfuerzos hacia la transición energética y las fuentes de energía renovables. Paradójicamente, los altos precios del petróleo podrían hacer que las alternativas de energía limpia sean más competitivas económicamente, potencialmente catalizando inversiones en estos sectores.
Sin embargo, es crucial recordar que la proyección de Citi de 120 dólares por barril representa un escenario extremo y no una predicción definitiva. La realidad probablemente se situará en algún punto intermedio entre este escenario alcista y las proyecciones más conservadoras.
Los próximos meses serán cruciales para determinar la trayectoria de los precios del petróleo. Los inversores y los analistas estarán pendientes de cualquier desarrollo en el conflicto de Oriente Medio, las decisiones de producción de la OPEP+, los indicadores de demanda global, especialmente de China, y las políticas energéticas de las principales economías mundiales.
En última instancia, la volatilidad en el mercado petrolero sirve como un recordatorio de la interconexión de la geopolítica, la economía y la energía en el mundo moderno. La pregunta que queda flotando en el aire es si el mundo está preparado para manejar otro shock petrolero de la magnitud que Citi sugiere como posible. La respuesta a esta pregunta tendrá profundas implicaciones no solo para los mercados financieros, sino para la economía global en su conjunto.
Te puede interesar
Acuerdo comercial Argentina-EEUU: letra chica por definir mientras anticipan impacto en precio de la carne
Washington mantiene control de tiempos mientras Buenos Aires aguarda contenido definitivo del tratado. Cuota Hilton cuadruplicada a 80.000 toneladas genera expectativas exportadoras pero alarma por encarecimiento del asado. Expertos proyectan suba de 50% en carne para 2026 tras incremento de 90% en 2025
Argentina prepara cambios legislativos para implementar acuerdo comercial con Estados Unidos
El gobierno de Milei deberá modificar normativas locales para cumplir compromisos asumidos con Washington. Adaptación de leyes sobre propiedad intelectual, trabajo forzoso y regulaciones sanitarias encabeza agenda pendiente. Texto final del tratado se firmaría entre diciembre 2025 y primer trimestre 2026
Milei viajará a Washington para firmar acuerdo comercial: Caputo promete acumular "más reservas de las imaginadas"
El Presidente recibió llamada desde Estados Unidos el miércoles para coordinar viaje de firma del entendimiento con Trump. Luis Caputo sorprendió en conferencia de UIA prometiendo acumulación de reservas superior a expectativas. Industriales expresaron inquietudes sobre producción local mientras Santilli avanza en armado legislativo con gobernadores peronistas disidentes
Gobierno mantiene rumbo tras victoria electoral: Santilli sin poder, Caputo controla recursos y CGT busca interlocutor
Milei ratifica esquema político y económico poselectoral a pesar de promesas de cambios. Diego Santilli asume Interior sin herramientas de negociación mientras Karina concentra poder decisorio. Luis Caputo administra recursos federales y CGT prepara resistencia ante reforma laboral prevista para febrero. Peronismo intenta evitar fugas de bloques legislativos
Mercado proyecta retorno argentino a deuda externa para mediados de 2026: los tres pasos previos que marca la City
Analistas financieros identifican secuencia específica antes del regreso a mercados internacionales. Primer paso requiere recompra de bonos mediante swap de liquidez, seguido por ajustes cambiarios en enero con revisión del FMI. Acumulación de reservas sin esterilización completaría proceso entre marzo y abril
Acuerdo Argentina-EEUU requiere aprobación del Congreso: Trump exigió cambios en propiedad intelectual
Milei deberá enviar tratados internacionales al Parlamento para cumplir compromisos sobre patentes y marcas. El pacto obliga a adoptar estándares globales en medicamentos y agroquímicos. Fuentes gubernamentales confirman que reformas legales tardarán semanas antes de la firma presidencial definitiva