Los World AI Creator Awards, el primer concurso de belleza del mundo para creadores de IA, ha anunciado a sus 10 semifinalistas. Elegidas entre más de 1,500 aspirantes, estas influencers virtuales compiten por un premio valorado en unos 20,000 dólares y la oportunidad de desafiar los estándares tradicionales de belleza.

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Entre las finalistas se encuentran Seren Ay, una impresionante pelirroja turca; Aiyana Rainbow, una motociclista y DJ rumana homosexual; y Kenza Layli, una influencer marroquí que lleva hiyab y promociona diversos productos y servicios. Todas ellas, a pesar de sus diversos orígenes, comparten una belleza sobrenatural y una personalidad efervescente, características que las hacen apetecibles tanto para seguidores como para marcas.

Aunque pueda parecer superficial, estas bellezas generadas por IA no son tan diferentes de las participantes en concursos de la vida real. Según la socióloga Hilary Levey Friedman, los concursos de belleza siempre han recurrido a métodos para mejorar la apariencia de las concursantes, como cirugía, extensiones de pelo, bronceados falsos o trucos de cámara. La principal diferencia radica en que, en los concursos tradicionales, sigue habiendo un ser humano detrás de esas imágenes mejoradas.

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Los World AI Creator Awards no solo tienen en cuenta la apariencia de las concursantes, sino también aspectos como su influencia en las redes sociales y la forma en que los creadores han utilizado las instrucciones para generarlas. Sin embargo, el grupo de finalistas, en su mayoría delgadas, bellas y de piel clara, refleja los estereotipos y los estándares de belleza tradicionales.

Este fenómeno no es exclusivo del concurso de Fanvue. Un estudio realizado por The Washington Post, en el que se encargó a Dall-E, Midjourney y Stable Diffusion la creación de imágenes de mujeres bellas, reveló que casi todas las imágenes generadas eran de mujeres delgadas, de piel clara a media y jóvenes. Esto refleja la dinámica de cómo se representa a las personas en los medios de comunicación, el arte y la industria del entretenimiento, que se traslada a la IA.

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Si las imágenes generadas por IA de mujeres delgadas y guapas se convierten en influencers virtuales, creando un ciclo de retroalimentación en la corriente colectiva de los medios de comunicación, surge la pregunta de qué significa esto para quienes no se ajustan a estos estándares de belleza tradicionales.

En última instancia, el concurso de belleza de Fanvue es un síntoma de un problema mayor en una sociedad que valora un estándar específico de belleza, ya sea en seres humanos o en creaciones de IA. En un mundo en el que millones de personas siguen a influencers con los que nunca establecerán una conexión significativa, este concurso refleja la creciente brecha entre influencers humanos y virtuales, y la importancia que se otorga a la perfección visual en las redes sociales.