En medio de la creciente preocupación por el uso no autorizado de obras de arte para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA), cientos de artistas han decidido abandonar Instagram y migrar a Cara, una aplicación que les ofrece un espacio seguro para compartir sus creaciones sin el riesgo de que sean utilizadas por la IA.

La relación entre los artistas y la inteligencia artificial ha sido tensa desde el principio. Aunque algunos creadores vieron inicialmente la IA como una herramienta útil para materializar sus ideas, pronto se hizo evidente que las empresas detrás de estas tecnologías estaban utilizando las obras de arte sin el consentimiento de sus autores para entrenar modelos como DALL·E, Midjourney o Stable Diffusion.

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Esta situación ha generado una gran preocupación entre la comunidad artística, que ve cómo sus derechos de propiedad intelectual y morales están siendo vulnerados. El artista conceptual Jon Juarez, quien ha trabajado en producciones para Netflix y HBO, ha calificado a estas prácticas como "lavadoras de propiedad intelectual y derechos morales" que "atacan al autor y pueden ser un gran enemigo del emprendimiento a largo plazo".

La gota que ha colmado el vaso para muchos artistas ha sido la reciente declaración de un ejecutivo de Meta, la empresa matriz de Instagram, quien afirmó que la compañía considera que las publicaciones de la plataforma pueden ser utilizadas como parte de sus datos de entrenamiento para la IA. Además, Instagram ha avisado a sus usuarios en la Unión Europea de que sus publicaciones serán utilizadas para entrenar la inteligencia artificial de Meta a partir del 26 de junio.

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Ante esta situación, numerosos artistas han decidido mudarse en masa a Cara, una aplicación que les sirve de portfolio y en la que se prohíben las publicaciones generadas por IA y el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. La fundadora de Cara, la fotógrafa Jingna Zhang, ha informado que su app ha pasado de tener unos 40.000 usuarios a registrar 650.000 en la última semana, convirtiéndose en un momento dado en la quinta aplicación social más descargada de la tienda de Apple.

Zhang, defensora de los derechos de los artistas, ha confesado que no esperaba este abrumador interés y que ha tenido que enfrentar algunos problemas técnicos debido al súbito aumento de usuarios. Cara, una aplicación gratuita lanzada en enero de 2023, ofrece una experiencia similar a Instagram, con una pestaña de inicio que muestra un feed de imágenes y botones para interactuar con las publicaciones.

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La migración masiva de artistas a Cara pone de manifiesto la creciente preocupación por la protección de los derechos de autor en la era de la inteligencia artificial. Mientras las grandes tecnológicas continúan utilizando obras de arte para entrenar sus modelos de IA sin el consentimiento de los creadores, aplicaciones como Cara ofrecen una alternativa segura para que los artistas puedan compartir su trabajo sin temor a que sea utilizado indebidamente.

Este movimiento también destaca la necesidad de establecer un marco legal claro que proteja los derechos de propiedad intelectual de los artistas en el contexto de la inteligencia artificial. A medida que la IA continúa avanzando y expandiéndose a nuevos ámbitos, es crucial encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y el respeto por la creación artística.

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En conclusión, el éxodo de artistas de Instagram a Cara es un reflejo de la creciente tensión entre la comunidad creativa y las empresas de inteligencia artificial. Mientras se buscan soluciones legales y éticas para proteger los derechos de los artistas, aplicaciones como Cara ofrecen un refugio seguro para que los creadores puedan compartir su trabajo sin temor a que sea utilizado para alimentar la IA sin su consentimiento.