Los mercados bursátiles mundiales mostraron señales de recuperación el lunes, revirtiendo parte de las pérdidas experimentadas por temores a una escalada del conflicto en Medio Oriente. El oro, un refugio tradicional en tiempos de incertidumbre, registró su mayor caída en un año, mientras que los precios del petróleo y los bonos del gobierno también retrocedieron. 

Los inversores parecen estar reposicionándose después de adoptar posturas defensivas antes del fin de semana. Analistas indican que la ausencia de nuevos ataques por parte de Israel o Irán ha aliviado temporalmente las preocupaciones del mercado. Sin embargo, persiste la cautela ante las expectativas de futuras alzas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal y dudas sobre las ganancias corporativas, especialmente en el sector de semiconductores.

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Esta semana estará marcada por una avalancha de reportes de resultados, con 158 empresas del S&P 500 y 173 del STOXX 600 presentando cifras del primer trimestre. Grandes bancos europeos y gigantes tecnológicos como Microsoft y Alphabet estarán bajo la lupa. El desplome del 10% en las acciones de Nvidia el viernes genera particular interés en los números de Alphabet.

En Europa, el índice STOXX 600 avanzaba un 0,4%, mientras los futuros del S&P 500 ganaban un 0,6%. El FTSE-100 de Londres, con gran peso de empresas de materias primas, subía alrededor del 1,66% acercándose a un récord histórico. Portugal lideraba las alzas con un salto del 2,3%, impulsado por la petrolera Galp Energia tras anunciar un gran descubrimiento en Namibia.

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El foco de atención al cierre de la semana estará en el dato de inflación PCE en Estados Unidos. Aunque los mercados ven más probable un recorte de tasas de la Fed en septiembre, no descartan que pueda ocurrir ya en julio. En este contexto, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años tocaron máximos de 5 meses al 4,66%.

En el mercado cambiario, el índice dólar ganaba un 0,19% debido a su atractivo como divisa de alto rendimiento y valor refugio. Mientras, el petróleo operaba a la baja ante el aumento de inventarios en EE.UU., con el Brent cediendo un 0,84% a $85,56 por barril.

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En resumen, los mercados intentan recuperar el equilibrio en medio de la incertidumbre geopolítica y monetaria, con la temporada de resultados corporativos tomando el protagonismo en los próximos días. Los inversores seguirán atentos a las señales de la Fed y la fortaleza de las ganancias empresariales para calibrar el rumbo de los activos financieros.