El FMI descarta la dolarización completa en Argentina y respalda una competencia de monedas con límites
En medio de las conversaciones entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo ha dejado en claro su postura respecto a la tan discutida dolarización de la economía argentina
En medio de las conversaciones entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo ha dejado en claro su postura respecto a la tan discutida dolarización de la economía argentina. Según el último informe técnico del FMI, la competencia de monedas a la que apunta el Gobierno no incluye la eliminación del Banco Central, sino que le reserva una función decisiva en el nuevo esquema monetario en negociación.
Además, el FMI ha agregado dos elementos que parecen descartar una dolarización completa. Por un lado, el organismo señaló que otras monedas no tendrían curso legal y que el pago de impuestos se seguirá realizando en pesos. Esta postura entra en contradicción con los postulados del presidente Javier Milei, quien hace un mes había planteado la posibilidad de aceptar el pago de tributos en moneda extranjera.
La idea de dolarización endógena, que suele explicar el mandatario en sus discursos, implica un congelamiento de la cantidad de pesos en circulación para favorecer la remonetización de la economía con dólares ahorrados por empresas y personas. Sin embargo, según la consideración del FMI, el curso legal del dólar no está en el horizonte previsto para la competencia de monedas.
El Fondo Monetario ha marcado otros elementos necesarios para la transición hacia un nuevo sistema monetario en Argentina. Las políticas monetarias y cambiarias evolucionarán para afianzar el proceso de desinflación y respaldar una mayor acumulación de reservas, a medida que se vayan ampliando los controles y restricciones cambiarias. El FMI ha mencionado que la eventual "competencia de monedas" podría dejar al régimen parecido al sistema de flotación administrada que prevalece hoy en Perú y Uruguay, países que tuvieron en décadas recientes sistemas de economía bimonetaria que les permitieron bajar la inflación de manera consistente sin dolarizar por completo sus economías.
En este contexto, el FMI le reserva al Banco Central una función crucial ante un cambio de esquema monetario. La estabilidad de precios seguirá siendo un objetivo primordial del BCRA, en un contexto en el que los individuos son libres de ahorrar y realizar transacciones en las monedas que elijan. Sin embargo, al Banco Central se le prohibiría proporcionar financiación al gobierno y seguiría absteniéndose de transferir beneficios al Tesoro. Además, mantendría sus funciones de prestamista de último recurso para instituciones financieras elegibles, continuaría esterilizando las compras de divisas y administraría la liquidez a través de operaciones de mercado abierto con títulos gubernamentales.
Si bien el FMI acoge "con agrado" la transición hacia la competencia de monedas, advierte que es necesario seguir trabajando para definir algunos de los fundamentos clave. El staff apoya una eventual transición a un nuevo régimen con un ancla nominal firme donde los precios y la estabilidad financiera sigan siendo los principales objetivos del banco central, pero destaca que se debe seguir trabajando para definir mejor el papel del BCRA en la gestión de la liquidez y salvaguardar la estabilidad del sector financiero. Además, considera esencial una comunicación más coherente sobre el nuevo régimen monetario y cambiario.
El FMI ha dejado en claro su postura respecto a la dolarización de la economía argentina, descartando una dolarización completa y respaldando una competencia de monedas con límites. El organismo le reserva al Banco Central una función crucial en el nuevo esquema monetario, pero advierte sobre la necesidad de seguir trabajando en aspectos clave para garantizar una transición exitosa. La comunicación coherente sobre el nuevo régimen será esencial para evitar confusiones y especulaciones en el mercado.
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